Tortillas Tostadas con Pollo

Empezamos horneando las tortillas. Precalentamos el horno a 400°F. Colocamos 8 tortillas en una bandeja y podemos añadir un poco de aceite saborizado (receta en www.cocinenconmigo.com) o con una brocha añadir aceite de oliva con un poco de condimentos secos y llevamos a cocinar 8 minutos por un lado y de 5-7 minutos por el otro lado. Lo que queremos es que queden tostaditas, sin necesidad de freír. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Seguimos con la salsa de tomate, pues toma su tiempo. Colocamos en una sartén con buen espacio y a fuego medio el aceite y la mantequilla y dejamos que se derritan.

Añadimos la cebolla, zanahoria y apio cortados en cuadritos y salteamos por unos 3 minutos.

Añadimos el tomate picado, el ajo picado finamente, la hoja de laurel, las hierbas aromáticas enteras (romero, tomillo y orégano, la cucharadita de azúcar y salpimentamos al gusto. Revolvemos bien y añadimos 2 tazas de agua.

Tapamos y dejamos que se cocine por 15 minutos.

Mientras tanto, si no han deshilachado el pollo que ya está cocido (yo lo coloco en una olla con agua que lo tape, 2 ramas de apio, 1 zanahoria en trozos, 1 cebolla en trozos, 3 dientes de ajo y lo cocino por 25 minutos; luego retiro todos los vegetales, cuelo esa agua y queda un extraordinario caldo de pollo para utilizar en otras recetas -se congela), pueden colocarlo en un recipiente con profundidad y utilizar la batidora manual, la cual lo deshilacha en segundos y perfectamente (es sólo un tip).

Una vez lista la salsa de tomate, retiramos y desechamos las hierbas aromáticas y la hoja de laurel y colocamos en una licuadora y la licuamos hasta que quede bien líquida.

Utilizamos 1 ½ tazas de esta salsa y la llevamos a una olla con el pollo y mezclamos a fuego medio-bajo por 5 minutos. Lo que les sobró de salsa, lo pueden utilizar para una pasta, o guardar en bolsas y congelar para otro momento.

Vamos a armar nuestro platillo: Tomamos una de las tortillas, colocamos un poco de la lechuga picada, un poco del pollo arreglado, un poco de culantro, un chorrito de natilla y ¡a comer!